En América Latina, el empleo juvenil es un problema social de creciente relevancia, tanto por la escasa oferta de puestos de trabajo, como por la calidad de empleos a los que acceden los jóvenes. En Argentina, a pesar de los esfuerzos realizados, la desocupación en jóvenes de 18 a 30 años ronda el 20%, concentrándose en los grupos sociales más vulnerables. Dicho porcentaje es aún más alto entre las mujeres.

Teniendo en cuenta esta realidad, en el año 2005 nace el Programa de Estudios Terciarios (PET) con el objetivo de contribuir al desarrollo educativo de jóvenes que, a causa de su situación socioeconómica, no tienen la posibilidad de continuar su formación profesional. El programa incluye un sistema de becas y un acompañamiento personalizado llevado adelante por un grupo de tutores.

Los jóvenes que solicitan este acompañamiento se encuentran en situaciones de gran vulnerabilidad y, en la mayoría de los casos, son los primeros miembros de la familia que continúan sus estudios después de la escuela secundaria. En este sentido, PET apuesta a la educación como camino hacia una sociedad más justa y con oportunidades para todos. 

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